Tiempo de confinamiento una oportunidad de convivencia

WILMER MOYETONES I En este tiempo de confinamiento que bien nos viene como anillo al dedo este cuento de los erizos, de verdad que es una parábola para que podamos reflexionar cómo estamos llevando nuestra cuarentena por causa del COVID-19, el cuento dice así:

Durante la era glaciar, muchos animales morían por causa del frío.

Los erizos, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupos; así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que les brindaban calor. Y por eso, se separaban unos de otros. Pero volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos. Con sabiduría, decidieron volver a vivir juntos. Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo realmente importante era el calor del otro. Y así sobrevivieron.

Hemos escuchado muchas veces y hemos leído, seguramente, que este tiempo en que estamos conviviendo con un virus, que acaba con la vida del ser humano, es una oportunidad, es buscar el lado bueno de las cosas, y una cosa buena que nos ha podido suceder en este momento es estar juntos con los que más amamos, juntos con aquellos que son sangre de mi sangre, huesos de mis huesos, es decir, estar con los seres queridos, más de cerca y más tiempo, probablemente hemos pecado muchas veces por estar distante de ellos, nos hemos alejado por culpa de otras preocupaciones u otros asuntos, pero ahora que tenemos esta oportunidad de estar juntos, aprovechémoslo, ya sé que es difícil convivir juntos, pero es mejor estar ahí con aquellos hermanos, que tienen heridas, defectos, como los tengo yo muchas veces, pero a pesar de todo, a pesar de que el otro me puede hacer daño por su forma de ser, prefiero estar a su lado, aunque me toque mis heridas, que morir por culpa de un virus, un organismo que ni si quiera se puede ver.

Además, las mejores relaciones no son aquellas que unen a personas perfectas, sino que son aquellas donde cada uno acepta los defectos y las heridas del otro y consigue aceptación para los suyos propios, lo que nos toca ahora es saber convivir con los defectos de los demás, admirar sus virtudes, y mantener una distancia amorosa, es la oportunidad de poner en práctica el respeto, el diálogo y el amor que son las bases fundamentales en la familia, aprovechemos este tiempo para cultivar estos valores y muchos más que nos ayuden a vivir en familia. Ánimo familia que lo mejor está por venir, de que salimos de esta salimos, con la gracia de Dios por supuesto, porque las familias que mejor funcionan son aquellas que saben mantener una distancia apropiada, ni muy lejos, ni muy cerca, eso es lo que han hecho los erizos por eso han sabido vivir juntos, ellos que son seres irracionales, ¿No lo podemos lograr nosotros? Así que te animo a seguir aprovechando la presencia de tus seres queridos en este tiempo de confinamiento.