Emoción y muestras de cariño en las exequias de fray Romualdo Martinucci
15.07.2021 - 02:54:27 | 4 minutos de leitura

Rodolfo Pereira│ La emoción fue el sentimiento que marcó la misa de cuerpo presente de fray Romualdo, agustino recoleto brasileño. El religioso falleció en la tarde del 12 de julio, a los 92 años.
La celebración se llevó a cabo el martes 13, en la iglesia de San José, a las 9 de la mañana. Ella fue presidida por monseñor Moacir Silva, arzobispo de Ribeirão Preto, y concelebrada por los sacerdotes religiosos de la familia agustiniana recoleta: fray Fábio, Fr. Alcimar, fray Rodolfo, fray Antonio Benedito, fray Ricardo, fray Helton, acompañada por los religiosos fray André y fray Marcelo. Además de contar con un gran número de familiares, amigos y parroquianos de Ribeirão, Franca, Igarapava, Olimpia y otras ciudades que estuvieron presentes para rendir su homenaje y su oración por el sacerdote que a muchos cautivó con su vida.

La misa se celebró en la Iglesia de San José (en el centro de Ribeirão Preto), lugar en el que fray Romualdo pasó los últimos meses de su vida, viviendo en la comunidad y cuidando de su salud.
En la homilía Mons. Moacir habló de su actuación, junto con sus hermanos religiosos agustinos recoletos y citó el ejemplo de su vida religiosa. Recordó y alertó a todos los hermanos en el sacerdocio sobre la importancia de vivir la misión con mayor intensidad y fidelidad, gastando su vida por los hermanos, es eso lo que fray Romualdo realizó a lo largo de su vida. Asimismo, dijo, que por donde él pasó, dejó una marca. Y hoy las personas lo recuerdan con mucho cariño, pues, él era muy querido por el pueblo de Dios. En fin, respondió de manera admirable a su vocación humana y cristiana».
Además, el Obispo resaltó el servicio ministerial que ejerció como sacerdote: «Estamos aquí como hermanos en el sacerdocio ministerial. La gracia sacramental crea una relación profunda entre nosotros. La muerte de uno de los nuestros es para nosotros un apelo para vivir en nuestro sacerdocio más intensamente y con mayor fidelidad. Nos preguntamos sobre los valores de nuestro comportamiento y de lo que realmente evangeliza», destacó.
Al final de la misa, Mons. Moacir realizó el rito final de las exequias, en compañía de todos los sacerdotes presentes que rodearon el cuerpo de fray Romualdo Martinucci. Después de la bendición final, todos los presentes se aproximaron para hacer sus últimas oraciones y homenajes.
Al terminar la santa misa, el cuerpo fue trasladado para el Cementerio de la Saudade, donde hubo una bendición, realizada por fray Fabio y enseguida el cuerpo de nuestro hermano fue sepultado en el panteón de los Agustinos Recoletos, muy conocido en la ciudad, debido a la fama de santidad de fray Santos Ramírez, que también está enterrado en ese lugar.
Del mismo modo, la familia agustino recoleta de Brasil recibió el cariño de muchas personas, a través de nuestras redes sociales oficiales, Noerlene Pagotto escribió: “La comunidad de Santa Rita de Casia de Castelo – ES, está de luto. Fray Romualdo fue el idealizador de nuestra capilla”. Claudia Alves, de Igarapava, comentó en Instragram: “Muy triste, conservaré sus enseñanzas eternamente. La parroquia de Santa Rita de Igarapava fue muy bendecida con su presencia. Descanse en paz, mi querido fray Romualdo”.
Por su parte, fray Fabio Nôcal, prior y párroco de la Iglesia San José, compartió un lindo mensaje: «A él le gustaba oír la canción del padre Zezinho, llamada águila pequeña. Y la oía con frecuencia. Recuerdo la docilidad de los últimos momentos al recibir las visitas. Sentía gusto de conversar, contar sus memorias, mostrar sus fotos y hablar de Olimpia, su tierra Natal. En fin, una tarde, él me llamó a su cuarto y me pidió para ayudarlo. Me quedé sin entender, y él me explicó que yo lo ayudase para prepararse a partir; y así fue. ¡Se fue en paz!».
