El Venerable José Gregorio Hernández, humanidad rumbo a la santidad
18.09.2020 - 09:22:39 | 3 minutos de leitura
Organizado por Fray Roberto Mason | Declarado siervo de Dios, Venerable en enero de 1986 por Juan Pablo II y, en 19 de junio de 2020, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, a quién José Gregorio Hernández (J.G. H.) consagró vida y misión, el papa Francisco ha firmado el decreto para la Beatificación.
El Venerable Dr. José Gregorio Hernández expresa con su vida y vocación lo mejor de los valores venezolanos y, en este momento en el que los cimientos de la identidad del país han sido trastocados por la emergencia humanitaria compleja que el pueblo vive, agravada por la pandemia, es necesario despertar y avivar, bajo su guía, el fuego de la fe y la esperanza y apostar por la construcción de una Venezuela fraterna.
Este 2020 en que la Iglesia ha venido trabajando por la renovación de las parroquias, la Jornada nacional de encuentros “Venezuela Camina con J. G. H” es un acontecimiento oportuno para impulsar la renovación de la Iglesia. La jornada es una serie de encuentros familiares y comunitarios, inicialmente virtuales por causa de la pandemia, con el objetivo de hacer del proceso de beatificación un “Kairós” o “tiempo oportuno” para la Iglesia y el país, en la cual se despierte, renueve y canalicen todas las energías creadoras y la esperanza por una Venezuela justa y fraterna.
José Gregorio Hernández, desde el momento de su muerte, tuvo la dicha de ser aclamado santo por todos los venezolanos. La Iglesia católica, escuchando el clamor y oraciones del pueblo, inició, desde 1948, el camino hacia el reconocimiento oficial de la santidad.
El médico de los pobres, en vida, era tenido como hombre de Dios por su gran humanidad. Santidad que los pobres de su tiempo palparon en la fe, bondad y caridad que irradiaba y comunicaba como don de Dios en su trato cercano y amable, tratando no solo la enfermedad sino a la persona.
Santidad expresada en su amor incondicional a Jesucristo, la devoción a María y su pertenencia por entero a la Iglesia católica, desde donde sirvió como apóstol de la salud, siervo da la vida, viviendo en su cotidianidad las promesas bautismales.
Santidad que sus estudiantes reconocieron cuando en las aulas y el laboratorio, con disciplina y amor exigente, les formaba para los grandes desafíos que el país de entonces, rural, precario, hundido en la miseria y las enfermedades tenia que afrontar para colocarse a la altura de los tiempos.
Santidad que la naciente comunidad científica, positivista y no creyente, admiró por su espíritu de investigador actualizado, honesto y apasionado por la verdad y el trabajo arduo por la construcción de la medicina científica en Venezuela.
Santidad que el gran escritor venezolano Rómulo Gallegos expresó bellamente el día del funeral “… puede asegurarse que en pos del féretro del doctor Hernández todos experimentamos el deseo de ser buenos”.
Santidad que sigue irradiando e infundiendo esperanza, con su cercanía sanadora, a una sociedad enferma, que confía y eleva su plegaria: “José Gregorio Hernández, ruega por nosotros”.
La beatificación de J. G. H. es un auténtico “Kairós”, “tiempo oportuno”, para la Iglesia en medio de una Venezuela herida y postrada y, al mismo tiempo, llena de gente buena dispuesta a vencer la adversidad y emprender el camino de la reconstrucción nacional. Hoy, apostamos que “su paso sanador” sea signo de esperanza. Fuente: Material de divulgación de la Jornada nacional de encuentros “Venezuela Camina con J. G. H”