El Papa Francisco nombró administrador apostólico de la Diócesis de San Rafael a Mons. Carlos María Domínguez, OAR
05.02.2022 - 15:24:07 | 3 minutos de leitura

El papa Francisco nombró administrador apostólico de San Rafael a monseñor Carlos María Domínguez OAR, obispo titular de Vita y obispo auxiliar de la arquidiócesis de San Juan de Cuyo, tras aceptar la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de San Rafael de monseñor Eduardo María Taussig, de 67 años, que había sido elegido por el papa San Juan Pablo II el 21 de julio de 2004.
La información fue publicada este sábado 05 de febrero en el portal del Vaticano y a través de la agencia AICA, en Buenos Aires, Argentina.
La diócesis de San Rafael
Creada el 10 de abril de 1961 por el papa san Juan XXIII, comprende, en la provincia de Mendoza, los departamentos de General Alvear, Malargüe y San Rafael, con una superficie de 87.000 kilómetros cuadrados y una población de 267.236 habitantes. Cuenta con 31 parroquias, 124 sacerdotes de los cuales 62 son diocesanos y 39 religiosos, y 14 institutos educativos de la Iglesia.
La catedral San Rafael Arcángel y la sede episcopal están en la ciudad de San Rafael, Mendoza.
Carlos María Domínguez
El agustino recoleto, Mons. Carlos María Domínguez, fue nombrado por el Papa Francisco como obispo titular de Vita y obispo auxiliar de la arquidiócesis de San Juan de Cuyo en el 2019, y consagrado obispo el 29 de junio en San Juan, Argentina.
Hemos hablado con Mons. Domínguez quien manifestó que al ser nombrado administrador apostólico de la Diócesis de San Rafael “hace que la mayor parte de mi tiempo pase en esa Diócesis a pesar de que mantengo el nombramiento de obispo auxiliar de la diócesis de San Juan”. Pero “volveré a San Juan cuando sea posible a pesar de que estaré prácticamente viviendo en esta nueva diócesis”, agregó.
En cuanto a su traslado a la diócesis de San Rafael, menciona que “el miércoles 09 (de febrero) me traslado a San Rafael y el 10 tengo que hacer el juramento de fidelidad". Esta nueva diócesis es una realidad totalmente nueva para Mons. Carlos María, debido a que “solo conozco al obispo emérito, y no conozco ni el lugar ni a las personas, pero voy con la confianza de empezar a conocer a la gente y caminar con ellos”. Por otro lado, Mons. Domínguez asume este desafío que viene directamente del Papa, “a quien no se le puede decir que no”, con la disponibilidad de ayudar a sanar las heridas que han sido causadas por el cierre del seminario de la diócesis, por eso hay que “sanar, escuchar, acompañar y animar al pueblo de Dios”.