ARCORES inaugura cocinas mejoradas para El Tambillo de Cutervo (Cajamarca, Perú)
24.06.2022 - 17:42:03 | 2 minutos de leitura

Fray Ángel Herrán | El día 21 de junio, a las 10 de la mañana, en la capilla de El Tambillo (Cutervo, Perú) se bendijeron las cocinas mejoradas que ARCORES regaló al pueblo de El Tambillo, la tierra de fray Jesús Mego, agustino recoleto.
Por este motivo celebraron la eucaristía, los dos religiosos juntos, acompañados por los campesinos del pueblo, en acción de gracias por la culminación de la obra: 90 cocinas mejoradas, instaladas en dicha comunidad. A ella también asistieron los alumnos del colegio de secundaria “San José”.
A continuación, en el pórtico de la capilla se adecuó una mes con un equipo de sonido para la ceremonia.
El presidente de ARCORES Perú informó sobre los gastos tenidos en la construcción de dichas cocinas:
Comunidad de Madrid: S/. 60,520.00: ladrillo, ocre, fierro, maestros de obra, fletes, capacitaciones, personal técnico, cemento, planchas y chimeneas.
ARCORES Perú: S/. 12.500.00: visitas domiciliarias del personal técnico, material para capacitación y charlas.
Beneficiarios: 10.000.00: mano de obra no calificada, piedra grande, chungo, botellas, local de capacitación y otros.
COSTE TOTAL DEL PROYECTO: S/. 83,020.00

Posteriormente, se tuvo la bendición de la cocina del señor Elmer Mego que queda en la misma plaza de Tambillo.
Después, una joven dedicó una canción a ARCORES, el director del colegio agradeció por la donación, el maestro de obra dio consejos oportunos sobre el uso y mantenimiento de la cocina que está reconocida por SENCICO (Servicio nacional de construcción civil).
Por su parte, el alcalde delegado del centro poblado menor de Tambillo entregó una Resolución de Alcaldía que dice: Reconocer y felicitar a ARCORES Perú en la persona de su presidente Ángel Jesús Herrán Palacios y su colaborador del equipo, Jesús Mego González, por su apoyo y gestión en la ejecución de las Cocinas Mejoradas en beneficio de la comunidad del Centro Poblado “El Tambillo”.
Después se compartió el almuerzo por toda la comunidad, ya que cada uno aportó un cuy más la comida que traía preparada para dicho almuerzo.
Al final, los agasajos no se hicieron esperar con mucha abundancia de cuyes, incluso, para los trabajadores que no habían podido asistir, botella de llonque o cañazo y bolsas de café molido que se produce en la comunidad.