La familia agustino recoleta se pronuncia: «Las consecuencias de la pandemia COVID-19 pueden ser aún más perjudiciales que el mismo virus»

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en email

Junta dirige un mensaje de unidad y esperanza

Nicolás Vigo | El prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, las madres federales de las Agustinas Recoletas de España y de México, la madre federal de las Agustinas Descalzas; las superioras generales de las Augustinian Recollect Sisters, Misioneras Agustinas Recoletas, Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, Agustinas Recoletas de los Enfermos y Comendadoras de Santiago se han pronunciado a través de una carta conjunta «para ofrecerle una reflexión en común, ante la situación creada por la pandemia COVID-19 en el mundo, en la Iglesia y en nuestros ministerios y comunidades», recoge el texto.

Un tiempo de sufrimiento

Los religiosos califican a esta experiencia como un tiempo de sufrimiento que ha sido soportado gracias a la oración: «Para todos nosotros, éste ha sido un tiempo de sufrimiento. Hemos sufrido y sufrimos con los que sufren en nuestras comunidades religiosas, en nuestras familias, parroquias y centros educativos y en el mundo entero. Hemos sentido la muerte de hermanos queridos que nos han dejado de modo inesperado, víctimas del coronavirus; queda su recuerdo y el bien que han hecho. Nos preocupan y son objeto de nuestra continua oración, los hermanos internados en los hospitales o confinados en sus casas o habitaciones».

Tiempo de oraciones e iniciativas digitales

Asimismo, reconocen las diferentes iniciativas que ha emprendido la familia agustiniano recoleta en el mundo: «Nos consta que, en este tiempo de confinamiento, se ha intensificado la oración de muchas comunidades, de los jóvenes JAR, de las fraternidades y los centros de espiritualidad. Lo han hecho, en primer lugar, nuestras hermanas contemplativas, que no han dejado de orar al Señor pidiendo la salud humana y espiritual de los miembros de nuestra Familia y de todo el mundo».

También resaltan la importancia del rezo «on line» por medio de las plataformas virtuales que se han abierto en diferentes lugares para acompañar la oración de los fieles del mundo entero: «Esta oleada de oración, además, ha revestido una modalidad que nos parece novedosa y especialmente preciosa. Porque no sólo se ha rezado en la intimidad de cada grupo o comunidad. Muchos de ellos han creado grupos de comunicación y plataformas telemáticas para orar juntos, o han transmitido on line la eucaristía de la que estaban privados los seglares, e incluso algunas comunidades de religiosas. Igual que a los profesionales sanitarios y a tantas personas sencillas la compasión les ha suscitado multitud de gestos conmovedores, también a nosotros la crisis nos ha estimulado la creatividad, en la diversidad y la unidad que suscita el Espíritu».

El comunicado recoge también, las diversas iniciativas de los colegios agustinianos y de las diferentes instituciones: «Tampoco ha sido escasa la solicitud pastoral de religiosos y religiosas que están en misiones y parroquias. Los centros educativos han impartido las clases «on line». Las asociaciones ARCORES nacionales han iniciado pequeños proyectos ante la pandemia. Hemos ido recibiendo información de las iniciativas que se han tomado en las congregaciones femeninas, en las provincias, vicarías, comunidades y obras apostólicas, así como la disposición a colaborar con los organismos sanitarios, las diócesis y otras instituciones».

Lo que pasará después de la COVID – 19

Los superiores exhortan a los religiosos a mantener la «austeridad» y la «generosidad», al mismo tiempo son conscientes del impacto social y económico que representa salir de la pandemia: «Las consecuencias de la pandemia COVID-19 pueden ser aún más perjudiciales que el mismo virus, especialmente para las comunidades más vulnerables que viven en los países más desprotegidos. La crisis sanitaria tendrá un impacto social, en el trabajo, en la economía, en las relaciones humanas y también en nuestra misión evangelizadora. Los reajustes económicos de cada país van a exigirnos una mayor austeridad sin dejar de ser generosos ante la necesidad de las familias que caerán en la precariedad. Todos esos fenómenos que van a caracterizar esta época, son una llamada a la imaginación de la caridad, a ser creativos para ser más humanos, para encontrarnos con Dios, con nosotros mismos y con los demás».

Del mismo modo, recuerdan el testimonio de los santos agustinos con los pobres y expresan que ahora toca a los religiosos a responder con la misma caridad: «En nuestra historia son abundantes los testimonios de comunidades que se han distinguido por estar cerca de los que sufren, de los pobres y de los que pasan necesidad. Los mejores ejemplos son nuestros santos: san Nicolás de Tolentino, santo Tomás de Villanueva, san Ezequiel, la Madre Mariana de San José, la beata María de San José, la Hermana Cleusa y tantos otros. Su memoria permanece como ejemplo de caridad para con los desvalidos, los ancianos, los niños abandonados». Por ello recuerdan que «ahora nos corresponde a nosotros. Nos lo exige nuestra herencia carismática, y a ello nos convoca también el papa Francisco».

Invocación a la unidad

Por ello, son conscientes que hoy más que nunca es necesaria la unidad para un mejor servicio a los demás: «Ahora necesitamos estar unidos. Todos nosotros tenemos la misión de ser solidarios y contagiar esperanza: curias generales, provincias y comunidades; centros educativos y colegios, parroquias, fraternidades, grupos JAR, centros de espiritualidad, todos y cada uno de nosotros podemos aportar algo, sacrificándonos por los demás. Y podemos animar a otros para que colaboren y ayuden en lo que puedan».

El papel de ARCORES

Igualmente señalan a ARCORES como el indicado para asumir el liderazgo en esta respuesta: «Nuestra Red solidaria internacional ARCORES y cada una de las asociaciones nacionales, tendrán que preparar sus proyectos y obtener recursos en el propio país para responder a las necesidades urgentes causadas por la pandemia».

Asimismo, manifiestan que ARCORES internacional y las nacionales, ya han están trabajando en varias iniciativas; por ello invocó a tos a involucrarse de tres modos complementarios: «Aportando recursos económicos, colaborando a través del voluntariado y cediendo medios materiales o bienes inmuebles».

Finalmente, el documento termina exhortando a abrir el corazón y pidiendo la salud para todos: «Abramos el corazón al Espíritu para que como en Pentecostés, también hoy en la Familia agustino recoleta, unidos a María, Madre de la Consolación, podamos ver el mundo a la luz de Cristo, mientras crece la esperanza en el fondo de nuestro corazón. Invoquemos la protección de san José y pidamos a Cristo Resucitado que conceda salud a los que sufren la pandemia, así como fortaleza a cuantos los atienden. Que el Señor infunda la gracia del Espíritu Santo a los que son solidarios y rezan por los que sufren tanto en el cuerpo como en el espíritu», puntualiza.

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en email
DESTACAMOS

It seems we can't find what you're looking for.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
COMENTARIOS